Bitácora VIII
En este análisis de noticias encontramos como la Iglesia Católica aún después de tantos años continua teniendo gran influencia sobre el poder, y la política; para empezar, el encuentro del presidente de Colombia Juan Manuel Santos que se reunirá con el sumo pontífice de la Iglesia Católica, para insistir en su invitación a participar en los diálogos de paz entre las Farc y el gobierno, recordemos que la iglesia católica ha sido parte de los principales acontecimientos no solo en este si no en pasados intentos y diálogos para lograr la paz, también ha hecho presencia en las liberaciones y demás procesos políticos, hay que destacar que Colombia es un país principalmente católico, aunque en recientes años se ha visto gran cambio en las creencias y fe de los jóvenes. Es también relevante el evento que se realizará el 12 de mayo, este día se canonizará a la madre Laura así que el gobierno decidió invertir 1800 millones de pesos para adecuar el recibimiento de los feligreses a Jericó. Siguiendo este orden de ideas es significativo como el papa Francisco ha creado un grupo conformado por 8 cardenales para intentar reformar la iglesia, este punto es bastante favorable para renovar y recuperar la atención de sus fieles y detener solo un poco a sus detractores, es evidente como en todos estos años la iglesia católica ha sido duramente criticada y ha aparecido en los titulares de noticias relacionada con abuso a menores, o de actos contrarios a la moral inherente en este tipo de vocación, por lo tanto aquel grupo que se encarga de investigar y reformular el catolicismo tendrá la tarea no solo de buscar nuevas maneras de atraer y recuperar la atención de sus feligreses, sino de actualizarse al nuevo estilo de vida que presenta la sociedad, en este punto sería notable tocar el tema que es noticia estos días en Bogotá, la caída de la reforma que buscaba la legalización del matrimonio entre parejas del mismo sexo, vemos como de antemano la política laica, permite, el matrimonio civil, el uso de preservativos y el control prenatal, el divorcio y la iglesia en paralelo sigue con sus costumbres ¿por qué no permitir este tipo de uniones?, ¿qué daños puede causar?
El rotundo no de la iglesia va enfocado no tanto a la unión si no al concepto en sí mismo de matrimonio y la adopción de niños por parejas del mismo sexo, este es el principal argumento que la iglesia sostiene y que nuevamente se ve reflejado en la decisión de los congresistas de no aceptar este tipo de unión evidenciando el espíritu conservador de la mayoría, además de las manifestaciones ejercidas por monseñor José Daniel Falla quien mostró su satisfacción con el hundimiento de este proyecto, por lo tanto la iglesia sigue dando de qué hablar en temas políticos y culturales. Por otro lado Carlos Castillo Cardona columnista del periódico El Tiempo, publicó una columna donde critica fuertemente a la Iglesia Católica afirmando “es culpa de la Iglesia Católica, que convirtió la religión, que debiera ser la veneración desinteresada de Dios, en un conjunto de prácticas e instrumentos mágicos para manipular la realidad inmediata. Son amuletos, que por supuesto se venden, en forma de estampitas, imágenes de vírgenes, de santos, de Niños Jesús y de Jesús Crucificado, veladoras en la iglesia, exvotos para curaciones, fotografías y bendiciones del papa, sufragios y esos bonos que sirven para reducir las penas del purgatorio. Agua bendita en botellas. Todo esto apoyado por los milagros que la Iglesia reconoce, que producen interminables romerías de creyentes para que a ellos se les haga el milagrito. Y no son solo los católicos; también los protestantes, hijos de tantas iglesias regadas por Colombia, a los que les han enseñado a repetir el nombre de Dios por cualquier cosa”. Con este argumento critica la idea y la manipulación que este tipo de creencia crea en los feligreses, dejando a un lado los intereses reales y las principales problemáticas que han de interesar a los habitantes por patrones de conducta que solo hacen más moldeable a la ciudadanía, este conjunto de pugnas persistentes en nuestra sociedad no da una leve mirada de como se está desarrollando la creencia y como los colombianos en vista de la falta de efectividad de jueces, funcionarios del estado, prestadores de servicios le piden a Dios para que el Gobierno les dé respuesta y solución a sus problemas pero de esta manera las cosas seguirán igual, como ciudadanos tenemos que hacer valer nuestros derechos y exigir al estado una respuesta y pronta solución a todo lo que en este país se sigue tomando a la ligera.
Las tribus urbanas son un grupo de personas que responden a determinada estética y obedecen a parámetros que los diferencian de los demás, son una forma de delimitar lo que es el otro y lo que soy yo; son grupos juveniles que se definen a partir de las cosas que ellos no son, fortaleciendo su unidad como colectivo al enfocar su odio o pasión hacia cosas en común "Este odio es, en realidad, materia emotiva que les permite identificarse con su grupo, al que juran lealtad. Una vez constituida la banda, vendrán sus consignas, ritos de unión, íconos, identificación y salir a la ciudad a mostrarse en público", explicó Armando Silva, profesor de la Universidad Nacional de Colombia.
Actualmente, debido a la occidentalización y en consecuencia a una desfiguración de los límites culturales entre países, se creería que diversos aspectos de la vida cotidiana tenían que ceder bajo la presión del ideal de libertad individual que prima en Occidente; se supone que muchos de los cambios políticos y revoluciones conllevarían no inmediatamente, pero sí irremediablemente a la liberación cultural y musical de las naciones. Estas noticias y sus contemporáneas reflejan que si bien las personas externas a estas tribus urbanas creen no tener conflictos con ellas, entre y con sus coetáneas son partícipes de actos vandálicos; en el caso específico de la capital colombiana, estos grupos juveniles se distribuyen en diferentes sectores de la ciudad, aunque en particular se les ve en las afueras de los colegios y en las llamadas "zonas rosas" de Bogotá y al momento de encontrarse e ignorar esas fronteras territoriales invisibles se generan los conflictos que pueden desencadenar en la muerte.
Las formas alternativas de vida están imponiéndose sobre los estilos impuestos por el sistema, en este caso, el movimiento internacional y sin ánimo de lucro Slow food busca contrarrestar el concepto de comida rápida, que implica una hiperproducción que privilegia la estrategia más fuerte y deja a los pequeños productores y campesinos en un oasis olvidando las comidas y secretos ancestrales que se mueven dentro de una cocina. El llamado de este movimiento es a tratar de consumir local y poder facilitar la eliminación del intermediario entre el campo y el consumidor, esto otorga una mayor autonomía, capacidad y confianza en seguir cultivando los productos tradicionales y les exige una capacitación y mejor manejo de estos a los campesinos.
En países como Colombia donde se supone que los recursos naturales son casi infinitos se busca con estos movimientos apoyar las iniciativas y colectivos que surgen como respuestas contraculturales: la agricultura urbana, las sociedades okupas y entramados de esta índole nos ayuda a volver a nuestras raíces y a depender de la tierra en una de sus máximas expresiones, la de productora y proveedora de todos los seres vivos.
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